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  "Asamblea de Yahweh en Sevilla " barúj Hashém Adonai "
  EL PLAN DE SALVACION
 
El Plan de Salvación
La Caída de la Humanidad
Se creó a la humanidad a imagen y semejanza de
Elohim (Génesis 1:26-27). Adán y Eva fueron
maldecidos (degradados) debido a su desobediencia
(Génesis 3:16-19). Como resultado de esa rebelión,
el pecado y, por consiguiente la muerte, vino
a toda la humanidad (1Corintios 15:22; Romanos
5:12).
La Salvación de la Humanidad
Elohim no quiere que ninguno perezca (2Pedro 3:9).
Para que la humanidad pudiera escapar la penalidad
del pecado que es la muerte, Elohim instituyó
un plan de salvación que involucra un sacrificio a
través de la muerte y resurrección de Su Hijo
Yahshúa (Juan 3:16). El plan consiste en una cosecha
secuencial de la cual el Mesías es el primogénito
de los que han muerto (1Corintios 15:20). El
plan de salvación se refleja simbolicamente en los Días Santos anuales
de las Escrituras (Lev. 23).
Las Escrituras como Verdad Sagrada
El Mesías dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá
el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca
de Yahweh (Mateo 4:4; Lucas 4:4). La Biblia es
conocida como La Escritura (Daniel 10:21), y se
dirige hacia la salvación de la humanidad y la manifestación
del poder de Elohim (Éxodo 9:16; Romanos
9:17)
. El medio de la salvación es Yahshúa
(Romanos 10:11) quien fue predicho por La Escritura
desde Moisés y los profetas (Lucas 24:27), la
profecía siendo la Escritura (Mateo 26:56; Rom.
1:2)
. Toda Escritura está inspirada por Elohim y es
útil para enseñar, para reprobar, para corregir, y
para adiestrar en rectitud, para que el hombre de
Elohim sea perfecto, enteramente instruido para
toda buena obra (2Timoteo 3:16).
Las Escrituras en el tiempo del Mesías y los apóstoles
fueron lo que otros llaman ahora erroneamente “el Antiguo
Testamento” se llaman "Las Escrituras Hebreas(Mateo 21:42; Marcos 12:10; Hechos
17:2).
 La llamada “Escrituras Hebreas” es la Escritura
descrita como inspirada de Elohim en
2Timoteo 3:16. El llamado “Nuevo Testamento”
(o sea, el conjunto de Escritos Nazarenos) es adicional
a las llamadas “Escrituras Hebreas”, no lo reemplaza.
Las Escrituras Hebreas se produjeron en la antigüedad
para nuestra instrucción, para que por la
constancia y el estímulo de las Escrituras, nosotros
pudiéramos tener esperanza (Rom. 15:4). El error
procede de un mal conocimiento de esas Escrituras
(Mateo 22:29; Marcos 12:24). Los judíos de Berea
“examinaban las Escrituras cada día, escudriñando
para ver si estas cosas eran así”. Esto fue considerado
como noble (Hechos 17:11). El enfoque entero
de los temas se saca de todas las partes de la
Escritura, no de un pasaje aislado. Las Escrituras
muestran que Yahshúa fué el Mesías o el Ungido
(Hechos 18:28). Es el Mesías, por medio del espíritu
de santidad,(el ruaj) que abre la mente de todos los
elegidos comenzando con los apóstoles, para que
las Escrituras puedan entenderse (Lucas 24:45).
Deben cumplirse las Escrituras Hebreas (Mateo
26:54,56; Marcos 12:10, 14:49)
y no pueden quebrantarse
(Juan 10:35). Muchos pasajes de las
Escrituras se referían al Mesías y se cumplieron en
Él, o se cumplirán en su segunda venida (Apo. 1:7,
12:10, 17:14, 19:11-21)
que será en poder y gloria
(Mateo 24:30).
El Arrepentimiento y la Conversión
Para que la humanidad viva, o tenga vida eterna,
Elohim requiere que se arrepienta. Si no se arrepiente,
perecerá (Lucas 13:3,5).
El Mesías fue enviado a llamar a la humanidad al
arrepentimiento (Lucas 11:32). El Mesías empezó
su ministerio después del encarcelamiento de Juan
el Inmersor (Mateo 4:12). El encarcelamiento de
Juan tomo lugar algún tiempo después del Pésaj
del año 28 EC (Juan 3:22-24, 4:12) siendo el Pésaj
después del comienzo del ministerio de Juan en el
decimoquinto año de Tiberio (Lucas 3:1). A partir
de ese tiempo, Yahshúa empezó a predicar dicien
do «Arrepentiéntanse, porque el reino de los cielos
se ha acercado!» (Mateo 4:17). El Mesías mandó
a sus discípulos que predicaran la Buena Nueva
(Besoráh) del arrepentimiento, dándoles autoridad
sobre los demonios o los espíritus inmundos (Marcos
6:7,12; Lucas 10:1,17-20).
El arrepentimiento se enseñó como el preludio para
el perdón de los pecados (o iniquidades) (Hechos
8:22)
para que vengan de la presencia de Yahwéh
tiempos de consuelo, y Él envíe a Yahshúa, que les
fue antes anunciado (Hechos 3:19-20).
Los tiempos de ignorancia, como se les llama,
Elohim los pasó por alto, pero Él ordena a todos
que se arrepientan, porque ha establecido un día de
juicio para ellos (Hechos 17:30). Así se extiende la
oportunidad de arrepentimiento a los Gentiles (también
vea Hechos 15:3).
Después de arrepentirse y volverse a Elohim, el
pecador arrepentido debe realizar obras dignas del
arrepentimiento
(Hechos 26:20).
La Asamblea en Efeso fue invitada a arrepentirse y
recordar de dónde había caído, y a hacer de nuevo
las obras que ellos hicieron al principio (Apo. 2:5).
Igualmente la Asamblea en Pérgamo fue invitada a
arrepentirse (Apo. 2:16). Como también la Asamblea
en Tiatira (Apo. 2:21-22) que tenía apostatas
arrojadas en cama con los maestros religiosos falsos.
La Asamblea en Sardis también fue invitada a
arrepentirse, o el Mesías vendría a ellos como ladrón
en la noche y ellos no sabrían la hora que él
regresaría (Apo. 3:3). A quienes el Mesías ama, los
reprende y castiga. Él exige que ellos (en este caso
los de Laodicea), sean ardientes y que se arrepientan
(Apo. 3:19). El arrepentimiento es así continuo
para todas las asambleas de Elohim, siendo responsabilidad
de todos
(Santiago 5:19-20).
La inmersión (el bautismo)
Toda la autoridad se le confirió al Mesías después
de su resurrección (Mateo 28:18). Él ordenó que
sus discípulos hicieran discípulos de todas las naciones
sumergiéndolos en su nombre (Mateo 28:19,
según las citas patrísticas de este pasaje, y según el

ejemplo de las menciones de inmersiones en el libro

de los Hechos). Enseñándoles a hacer todo lo

que el Mesías ordenó. Así él siempre estaría con

ellos hasta lo último de los tiempos (Mateo 28:20).

El arrepentimiento debe ser acompañado por la inmersión

en agua para que se confiera del don del

espíritu de santidad (Hechos 2:38). Uno no recibe

el espíritu de santidad a menos que se arrepienta y

sea sumergido, naciendo así de nuevo. A menos que

uno nazca de nuevo no puede entrar en el Reino de

Elohim (Juan 3:3,5). El arrepentimiento es condicional

para la inmersión y el recibimiento del espíritu

de santidad. Así que la inmersión infantil es lógicamente

imposible y contraria a las Escrituras.

La condición previa del arrepentimiento fue

enfatizada por la misión de Juan el Inmersor quien

fue el precursor de la inmersión del espíritu de santidad

en el Mesías (Marcos 1:4,8). Juan declaró que

el Mesías sumergiría en el fuego del espíritu de santidad

(según el Mateo Hebreo de Shem. Tov). El

Espíritu de santidad es conferido por la dirección

de Elohim. A petición de la persona, simbolizada

por la imposición de las manos, el espíritu de santidad

entra en el individuo. El espíritu es así conferido

para cada aspecto de la obra. El espíritu de santidad

opera desde antes de la inmersión, trabajando

con cada individuo. El espíritu atrae al elegido a

Elohim a través del Mesías (Hebreos 7:25). Se dan

las primicias del espíritu al individuo en la inmersión,

según Romanos 8:23, que claramente nos dice

que la adopción no ocurre hasta la redención del. Así nosotros somos nacidos de nuevo pero

cuerpo

continuamos creciendo diariamente en el espíritu

en el Mesías Yahshúa hasta que entremos en la gloria

de Elohim.

Este otorgamiento del espíritu de santidad en la inmersión

es el agua de las fuentes de salvación prometida

por Elohim a través de Sus profetas (Isaías

12:3). Esta agua del espíritu de santidad fue la promesa

de Elohim a Jacob escrita en Isaías 44:3.

Yahwéh Elohim es la fuente de agua viva (Jeremías

2:13, 17:13; también Zacarías 14:8). Éste es el río(Apo. 22:1). Hablando del espíritu

del agua de vida

(Juan 7:39), el Mesías dijo que de él fluirían(Juan 4:10-14, 7:38; Isaías 21:3, 55:1,

aguas vivas

58:11; Ezequiel 47:1). Israel es limpiado espiritual

mente a través del agua, según Ezequiel 36:25, la
cual es el agua de vida o el espíritu de santidad.
Los elegidos toman de esta agua gratuitamente
(Apo. 22:17).

Que el UNICO Y SOBERANO ELOHIM YAHWEH os colme de bendiciones a todos

Yehmael

 
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